Unidad Espacial y Unidad Temporal
- citando a David Carse
La creencia en la existencia de individuos separados, incluyendo al individuo que uno llama «sí mismo», forma parte de la gran ilusión del espacio-tiempo. Todo lo que hay es Conciencia, Presencia. Lo que se percibe como manifestación, es decir, los fenómenos y la totalidad del espacio-tiempo, es solo una apariencia en la Conciencia, y solo eso.
Sube a un avión en Oklahoma. Vuela directamente hacia el sur. ¿Qué es lo que sobrevuelas? Si respondes «Texas», tengo noticias para ti. No hay tal cosa como «Texas». Si miras hacia abajo mientras vuelas en dirección sur, no verás cosa alguna que sea Texas. Lo que sí verás es lo que hay allí abajo: un árido desierto, tierras de labranza, montañas, ríos, carreteras, ciudades. Texas es solo una idea; existe únicamente como un constructo conceptual consensuado. No hay ninguna frontera «real» entre Texas y Oklahoma, así que no la verás aunque vueles sobre ella. La delineación, la distinción, la decisión de llamar Texas a un pedazo de tierra y llamar Oklahoma a la tierra que está unos pocos metros más acá existe solo en la mente como un constructo mental. Así, la separación en entidades discretas separadas es un estrato incluido únicamente en el pensamiento. Esta distinción, esta nomenclatura, esta separación, estas «cosas» que consideramos entidades separadas, no existen más que como ideas.
«Tú» y «yo» somos «Texas».
Tanto la idea de individuación como la de separación son ambas consecuencia del concepto de espacio: es en el espacio donde las cosas, incluyendo los individuos, aparecen como distintas y separadas unas de otras.
El principio básico puede ser sin embargo entendido: la percepción de fronteras, que es lo que da lugar a que aparezcan como separadas en el espacio distintas entidades individuales, es una ilusión.
Cuando la conversación se traslada al concepto de la naturaleza ilusoria del tiempo y se comienza a hablar de la «Unidad temporal», no hay ya tanta familiaridad y es mucho más difícil alcanzar incluso una mera comprensión intelectual. Es fácil repetir frases como «el tiempo no existe» o «no hay pasado ni futuro, solo ahora», pero es raro que se comprenda lo que significan, ni siquiera un poco. Las librerías están llenas de libros que proponen la validez de «vivir en el ahora». Hay un autor muy popular que insiste en que no hay ni pasado ni futuro, sino solo el ahora, el momento presente. Esto suele entenderse como si siempre hubiera solamente un «ahora, y ahora, y ahora», como si a cada momento presente le sucediera un momento presente siguiente. Una vez más, ese es un pensamiento confuso. Lo único que se ha hecho ha sido rebautizar «ahora, ahora, ahora» a lo que en el fondo sigue siendo «pasado, presente y futuro», provocando así más confusión. En esa concepción sigue viva la idea secuencial del tiempo, según la cual un momento presente sucede a otro.
Con el fin de aproximarse al entendimiento de la «Unidad temporal», tal vez sea útil emplear como referencia el modelo de «Unidad espacial» (que evidencia que el «espacio» es una ilusión, aunque solo sea a nivel intelectual) para exponer de modo similar la naturaleza ilusoria del «tiempo». Los conceptos de ambos modelos son paralelos.
La idea de que hay momentos discretos separados en el tiempo es semejante a la creencia de que hay individuos discretos separados en el espacio. Al igual que se ve que las entidades separadas en el espacio no existen como tales entidades separadas, sino que son más bien simples apariencias en la Conciencia, o que son la forma mediante la cual se manifiesta la Presencia, así también puede verse que los momentos separados en el tiempo no existen como tales momentos, es decir, como momentos secuenciales, sino que son más bien simples apariencias en la Conciencia, o la forma mediante la cual se manifiesta el Presente. No hay entidades separadas, solo lo que podemos denominar Esto. No hay momentos separados, solo lo que puede denominarse Ahora. No hay entidades separadas relacionándose unas con otras, sino Una Presencia única que es Todo. No hay momentos individuales prosiguiéndose unos a otros, solo hay Un Presente que es Eterno.
Pongámoslo de otro modo: Exactamente igual que solo hay una Presencia Presente, así también solo hay un Presente Presencial.
No estoy seguro de que pueda captarse esto mentalmente. Cuando sucede la Comprensión, el enigma del tiempo se repliega finalmente sobre sí mismo, y entonces resplandece con cegadora sencillez y obviedad la clara comprensión de que no hay tiempo, de cómo es que no hay tiempo, de cómo el tiempo no es, exactamente igual que ocurre con el espacio: al igual que solo hay Una Presencia, así también solo hay Un Presente.
Y sin embargo, incluso este método de explicar la «Unidad temporal» mediante la comparación con la «Unidad espacial» es falso. Porque estos dos no son distintos, no son dos. Desde luego que no. Son un único punto Infinito/Eterno. Una Infinita Presencia es Un Eterno Presente. La Presencia no es algo que esté presente. En realidad, no hay «Esto» y «Ahora». Ambos son lo mismo, son la unidad Esto-Ahora.
En esencia, la ilusión del tiempo es exactamente lo mismo que la ilusión del espacio, que es exactamente lo mismo que la ilusión del yo individual. Cada una de estas tres ilusiones es parte de las otras dos, cada una de ellas depende de las demás, y las tres se apoyan entre sí para conformar el samsara, la manifestación objetiva originada a través del mecanismo de la percepción.
Wei Wu Wei expresó la misma idea en su obra Escritos póstumos:
“La ignorancia de la eternidad se debe al concepto que tenemos del «tiempo». El concepto «yo» y el concepto «tiempo» son indisociables; ninguno de ellos puede existir de manera independiente al otro. Ambos constituyen los dos aspectos de lo que concebimos erróneamente como realidad objetiva.”
De este modo retornamos a la idea central, consistente en aclarar por completo el tema sujeto/objeto. La creencia en el yo individual supone identificar como sujeto al susodicho yo, el cual, mediante sus percepciones, objetiva al resto del universo fenoménico del espacio y el tiempo. Cuando se cae en la cuenta de que esta usurpación del rol de la subjetividad es falsa, que el denominado individuo no existe como sujeto perceptor sino meramente como un objeto más de los que aparecen en la fenomenalidad del espacio y el tiempo, entonces se ve que la naturaleza de todos esos objetos, y también del espacio y el tiempo, es ilusoria, es un sueño.
“La liberación que acompaña a la realización, no libera solamente de un «quién», sino también de un «dónde» y un «cuándo». El presunto «sujeto» fenoménico» ha dejado de creer en lo imposible y sabe, por fin, lo que él siempre ha sido, y lo que el universo fenoménico siempre ha sido, y sabe que no hay quién, ni dónde ni cuándo.”
- Wei Wu Wei -
Solo existe el aquí, y el aquí es todo, es ilimitado, es indivisible. Solo hay el ahora, y es eterno, ilimitado, indivisible. Así que relájate. No hace falta ningún esfuerzo para ser aquí ahora. No puedes evitarlo. Disfruta.
Analogía del tiempo
- citado a Rupert Spira
“El tiempo se define como la duración entre dos eventos. Imaginemos dos eventos en el tiempo, este momento y la cena de ayer en la noche. El tiempo es la duración entre estos dos momentos, ahora y la cena de ayer en la noche. Ahora es un momento obvio pero donde está el segundo momento? Donde está ese evento ahora? Es solo una idea, un pensamiento ocurriendo ahora. No es un momento real. Nadie puede ir al pasado o al futuro. Todo está sucediendo ahora, eternamente. No podemos experimentar el pasado o el futuro, solo pensamientos en el ahora.
Utilizando otro ejemplo, en la forma convencional como entendemos el fenómeno del tiempo sentimos que nos movemos en forma lineal del pasado al futuro. Veámoslo de esta manera, este salón es siempre el mismo espacio. Nuestras reuniones ocurren siempre en este mismo salón. El espacio no va a ningún lugar, nosotros entramos y salimos del salón. Nuestras reuniones en este salón ocurren a diferentes horas, en diferentes momentos pero siempre en el mismo salón. Cada reunión ocurre en momentos diferentes pero siempre en el mismo espacio.
Que tal si el tiempo es como el espacio respecto al ejemplo. Que el ahora es como el espacio, el salón. El ahora es como el único momento que realmente es, que igual que con el salón no va a ninguna parte y que el tiempo, en vez de estar ocurriendo en una forma lineal desde el pasado infinito al futuro infinito, y que nosotros nos movemos en el, que tal si el tiempo estuviera siempre ahora, como el salón, eternamente presente, como el único ahora que existe y que pensamientos aparecen en el, sensaciones aparecen en el, así como los objetos aparecen y se mueven en el salón. Que tal si todos estos pensamientos y sensaciones emergen en el mismo ahora que no va a ninguna parte, que no se mueve, que nunca se movió.
Los pensamientos aparecen y los acumulamos o imaginamos acumularlos en una linea de tiempo, creando la apariencia de tiempo lineal. Pero la experiencia no sucede en tiempo lineal, sucede en un eterno ahora.
El ahora es estático, no se mueve, no va a ningún lado, es eternamente presente. Todo aparece en el eterno ahora. El pensamiento no puede concebir el ahora por lo que crea el tiempo. Tiempo es la interpretación de la mente cuando observa la eternidad.
El tiempo es creado por los pensamientos. En el momento que un pensamiento desaparece, el tiempo desaparece. El pensamiento no puede ir al ahora. El tiempo necesita pensamientos y los pensamientos necesitan el tiempo. (El yo es un pensamiento y sólo puede vivir en el tiempo.)”
El momento es todo lo que hay
- citando a Lisa Cairns
“Para los perros y los animales y los niños pequeños o bebés, el momento es todo lo que hay. Esto es lo que está pasando, y no están viviendo constantemente esta otra realidad reconstruida con un pasado o un futuro, proyectando lo que voy a hacer, lo que no hice, juzgando si soy una mala persona o una buena persona, o no tengo una casa lo suficientemente grande, sea lo que sea. Es sólo lo que está pasando, y en la vida no hay sufrimiento.
Es sólo en el tiempo que el sufrimiento ocurre. E incluso el "en el tiempo" ocurre aquí, no está sucediendo en realidad en el tiempo. Sólo hay una apariencia del paso del tiempo, del pasado y del futuro, 'He hecho algo malo, soy culpable'. Y viene con esta energía, 'Soy una mala persona, no me gustan, no deberían hacer esto'. Es todo en el tiempo.
Para el perro, si hay enojo o hay otro perro molestándolo, simplemente gruñe y no hay ningún juicio de que debería o no hacer eso, o de que el otro perro va a tener sentimientos heridos. Hay justo lo que está sucediendo en el momento. El ser humano tiene la capacidad de imaginar el pasado y el futuro, y eso no es un problema.
Lo que ha sucedido en el ser humano es que se ha convertido en una persona imaginada en el pasado que va hacia el futuro. Así que no hay nada malo con el hecho de que los humanos puedan comprender esta danza del pasado y del futuro, pero no es lo que eres. El pasado y el futuro siempre surgen aquí. Es ese pensamiento inteligente el que ha creado un mundo falso, un falso tú y un falso yo.”
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